Es un método antifecundativo de barrera diseñado para ser utilizado por mujeres, se inserta en la cavidad vaginal antes de tener relaciones sexuales penetrativas y actúa como una barrera que impide que el esperma llegue al útero.
El condón femenino fue desarrollado en la década de 1980 por un equipo liderado por la Dra. Patricia Sulak y la Dra. Rachael H. Scott, quienes trabajaron para la empresa de salud pública PATH (Program for Appropriate Technology in Health). Sin embargo, el diseño y concepto del condón femenino ya existían en diferentes formas desde mucho antes.
La primera versión comercializada fue aprobada por la FDA en 1993 y se comercializó bajo la marca FC (Female Condom). Desde entonces, ha habido varias innovaciones y versiones del condón femenino, pero la contribución de estas investigadoras fue clave para su desarrollo y popularización.
1. Control: Las mujeres pueden tomar la iniciativa en la protección.
2. Protección contra ITS: Ofrece protección contra infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH.
3. No requiere receta: Se puede comprar sin necesidad de una receta médica.
4. Uso a demanda: Puede insertarse varias horas antes de la relación sexual.
1. Costo: Puede ser más caro que otros métodos anticonceptivos.
2. Dificultad de uso: Algunas mujeres pueden encontrarlo complicado de usar correctamente.
1. Preparación: Asegúrate de que el condón esté en buen estado y dentro de su fecha de caducidad.
2. Inserción: Con el anillo cerrado, pellizca el anillo interno y usa tus dedos para insertarlo en la vagina, asegurándote de que esté en su lugar.
3. Relaciones sexuales: Asegúrate de que el pene entre en el condón y no entre en contacto directo con la vagina.
4. Retiro: Después de la relación sexual, retira el condón con cuidado, sujetando el anillo externo para evitar derrames.
• Usa lubricantes a base de agua o silicona para evitar que se rompa.
• No uses el condón femenino junto con un condón masculino, ya que esto puede causar fricción y romper ambos.