Si bien más de dos tercios de las mujeres en edad reproductiva en los Estados Unidos usan activamente anticoncepción, se sabe poco sobre el uso de anticonceptivos entre mujeres jóvenes con enfermedades reumáticas. Además de prevenir embarazos no deseados, la anticoncepción puede beneficiar de manera única a estas mujeres al retrasar el embarazo hasta que sus enfermedades estén inactivas.
Cuando su enfermedad está inactiva, se presentan menos brotes de enfermedades perinatales, mayor peso neonatal al nacer, más nacimientos vivos y pueden ocurrir menos complicaciones, como preeclampsia. Se han informado tales beneficios para el lupus sistémico eritematoso (LES), artritis reumatoide (AR), síndrome de anticuerpos antifosfolípidos (APS), espondilitis anquilosante, esclerosis sistémica, vasculitis y miopatía inflamatoria.
Como varios medicamentos utilizados por mujeres con enfermedades reumáticas tienen potencial teratogénico sustancial, el uso de anticonceptivos también puede prevenir el embarazo hasta que las mujeres y sus médicos han establecido un régimen de medicación aceptablemente seguro.
A pesar de los beneficios de la planificación del embarazo y la atención anticonceptiva para las mujeres con enfermedades reumáticas, varias encuestas previas de mujeres jóvenes con LES, SAF, AR y enfermedad inflamatoria intestinal (EII) indicó que una minoría de mujeres recibió asesoramiento anticonceptivo, utilizó algún método anticonceptivo y rara vez utilizó métodos altamente eficaces (p. ej., implantes subdérmicos, dispositivos intrauterinos (DIU)); las razones de esto no están claras, y los resultados de estas encuestas rara vez han sido fundamentados. Tampoco está clara la prevalencia del uso de anticonceptivos entre mujeres con enfermedades reumáticas más raras.
Este estudio (cohorte retrospectivo) utilizó datos administrativos en un centro de Pittsburgh, Pensilvania para describir la prevalencia y los predictores de uso de anticonceptivos entre mujeres en edad reproductiva con una variedad de enfermedades reumáticas. Se estudio a una población total de 2455 pacientes entre los 18 y los 50 años, que acudieron al centro por lo menos en dos ocasiones entre el 2013 y 2014, con diagnóstico de enfermedad reumática y en tratamiento con medicamentos potencialmente teratogénicos.
En resumen, este análisis encontró una baja prevalencia del uso de anticonceptivos recetados entre mujeres en edad reproductiva con enfermedades reumáticas, incluso entre aquellas mujeres que usaban medicamentos potencialmente teratogénicos. Los médicos y médicas ginecólogas y el personal de salud de primer contacto son los agentes principales encargados de brindar atención anticonceptiva, sin embargo, los reumatólogos pueden ayudar a llenar importantes lagunas restantes en la atención al derivar pacientes a ginecólogos o proveedores de atención primaria, así como también, educar a las pacientes sobre las asociaciones entre la actividad de la enfermedad, el embarazo y los riesgos fetales de ciertos medicamentos reumáticos y ayudar a prescribir anticonceptivos o asociarse con otros proveedores para garantizar la prescripción segura de anticonceptivos cuando sea apropiado.