Los métodos anticonceptivos reversibles de acción prolongada (DIU, implante subdérmico) se consideran importantes para reducir el número de embarazos no deseados. Se ha encontrado que las mujeres que usaban anticonceptivos orales, parche transdérmico o anillo vaginal tenían riesgo de falla anticonceptiva 20 veces mayor que el riesgo entre aquellas que usaban DIU e implante, respecto a la aceptación de éstos por parte de mujeres jóvenes aproximadamente el 70% de 18 años o más seleccionaron la anticoncepción intrauterina.
Sin embargo, muchas mujeres jóvenes experimentan problemas con el uso del DIU, especialmente si son nulíparas. Varias investigaciones demostraron la gran disparidad entre las cavidades uterinas, en particular las dimensiones transversales, que en las mujeres nulíparas tenían un promedio de 2.5cm en la zona del fondo uterino y sólo ligeramente más anchas en las mujeres que habían dado a luz. Estudios recientes realizados en mujeres nulíparas con DIU de tamaño convencional que tienen 3.2cm de ancho, llegaron a la conclusión de que los efectos secundarios (por ejemplo, sangrado, dolor) son consecuencia de la desproporción entre el DIU y la cavidad endometrial y pueden provocar una interrupción temprana del uso. Otros estudios realizados en mujeres nulíparas informaron tasas de continuación bajas similares.
Es muy importante la relación óptima entre el DIU y la cavidad. Es evidente que el objetivo de los anticonceptivos de acción prolongada es una alta continuidad del uso y esto sólo puede lograrse si la aceptabilidad del método es alta. Esto último es importante durante la evaluación clínica y las opciones anticonceptivas disponibles para mujeres nulíparas y adolescentes, como son los DIU de nueva generación que son de menor tamaño y con un diseño que se adapta mejor a las cavidades uterinas de estas pacientes.