Aunque aún existe la falsa creencia de que el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) entre mujeres es bajo o nulo, al momento se sabe que las ITS más frecuentes entre mujeres son: el virus del papiloma humano (VPH), la clamidiasis, la vaginosis bacteriana y el herpes genital, además del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Las candidiasis, aunque no son consideradas ITS, también se pueden transmitir por contacto sexual. La menstruación, el uso de juguetes sexuales y la falta de control ginecológico en esta población, son algunos de los factores más peligrosos.
Además de la falta de información, el problema es que muchos de estos métodos no se comercializan en las farmacias como los preservativos estándar, y sólo se pueden adquirir por Internet o en tiendas especializadas como sex shops, por lo que no siempre está garantizada su calidad, y en general no tienen costos tan accesibles. De momento, una alternativa que recomiendan las especialistas en sexología para aumentar la protección si no se tiene acceso a otros métodos, es comprar condones masculinos, cortarlos y abrirlos; así como usar condones femeninos, ya que al introducirlos cubren los labios y permiten practicar sexo sin riesgos, o guantes para la protección de dedos y manos.
Teniendo en cuenta esta situación, lo más recomendable es hablar del tema abiertamente con tu ginecóloga, y hacerte revisiones periódicas, sobre todo si has mantenido alguna relación esporádica sin protección, porque con frecuencia las ITS no provocan síntomas y pueden pasar desapercibidas inicialmente.
Lo más importante es contar con la información necesaria para que seamos conscientes de los riesgos y cómo prevenirlos. De igual forma, hacer una revisión del material del que están hechos los métodos que deseas utilizar por las posibles alergias al látex, así como evitar practicar sexo sin protección si hay algún síntoma genital o durante la menstruación, ya que el riesgo de transmisión de ITS es más alto.